Un barrio —como muchos de los que se autoconstruyen en América Latina— es el foco de análisis y de discusión. La característica de no ser construido a partir de un proyecto, pero en cambio tener unas líneas proyectuales muy marcadas es lo que se pone en el centro. Su manera de evolucionar en el tiempo, con la constante mejora de las viviendas y del tramo de calle que está delante; la forma de embellecer el espacio público, como si se tratara de la casa misma; o la inmensa elasticidad y profundidad del ámbito de la calle, de lo público, que se inserta de diferentes maneras en las tiendas de la planta baja; son solo algunas de las características que lo representan y que son ahora inusuales en los proyectos de obra nueva que se realizan de manera «organizada» en el resto de la ciudad.
PATIO BONITO